Carlos I dominó un gran imperio, con Felipe II se alcanzó la plenitud de la hegemonía española en Europa.
Felipe III y Felipe IV dejaron el gobierno de España en manos de privados. Y con ellos se inició la decadencia de España.
Carlos II conservó la herencia de sus mayores, pero otra herencia, la genética, le impidió tener descendencia.
La política de alianzas matrimoniales de los Absburgo, se basaba en uniones entre miembros de la misma familia. Así se evitaba que la corona pudiera heredarla alquien ajeno a a la dinastía austriaca.
Carlos fue siempre un ser enfermizo. su capacidad mental no era muy elevada. Con nueve años aún no sabía leer ni escribir.
La elevada consanguinidad de estas uniones matrimoniales dio lugar a que el mausoleo destinado a los infantes de España fuera el destino inmediato de estas criaturas, la mayoría de las cuales no llegaron a cumplir un año de vida.
Tenía entendido que este rey ni tuvo hijos, ni dejó siquiera embarazadas a sus esposas
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