Aquel veinte de noviembre de 1975, ví en televisión "Franco ese Hombre" y al final, lloré por la pérdida de aquella gran persona que nos acababa de dejar.
El luto oficial duró varios días, pero para mi sorpresa, Doña Sofía en sus primeros días como reina lució dos vestidos: uno rojo y otro azul claro.
Y ahora treinta años después comprendo el sentido de aquellos colores.
En su primer discurso como rey, Don Juan Carlos desató lo que Franco pensó dejar "atado y bien atado".
Y la Reina con su vestido rojo, hizo también toda una declaración de intenciones. La transición de la dictadura a la democracia acababa de empezar.
Y el traje azul claro, que lució días después, fue como una premonición de que esta transición sería como un cielo despejado o como un mar en calma.
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